viernes, 4 de marzo de 2016

Y ya está.


Retando a la realidad siempre he tenido un gusto particular por los días grises,

vivo en una isla donde el sol nos desampara de noche porque así lo ha decidido el universo,
no por decisión propia.

Retando a la realidad nunca me tomo el último trago de las cervezas por miedo a emborracharme, 

pero al día siguiente no recuerdo nada y voy de rodillas hasta la caja de ibuprofeno.

Retando a la realidad me subo a los buses para llegar más rápido, 

pero en el camino envidio a través de la ventanilla a aquellos que disfrutan el paisaje mientras caminan, 
poco a poco. 

Retando a la realidad todos los lunes o el primero de cada mes me propongo dejar de fumar,

los cigarros cada día son más caros y cada día fumo más.

Retando a la realidad camino cuerdas flojas lo bastante humanas como para siempre creer que puedo caer.

Y caigo. 

Retando a la realidad me despierto antes de la alarma, 

pero por los cinco minutos más, siempre llego tarde a todos lados.

Tarde, 
a todos lados, 
a todos, 
a ti.

La culpa no había sido tan amarga hasta ese momento. 

Desde entonces ya no reto a mi realidad absurda, 
soy y ya está.

lunes, 21 de diciembre de 2015

- All I want -

Llevo horas escuchando la misma canción,
conteniendo un diluvio interno que asfixia tanto como no tenerte.

Hay resacas y tristezas que no se curan,
amores tampoco.

Hay silencios que explotan y ensucian todo,
personas también.

Hay lugares que huelen a recuerdos

y recuerdos que ahora son lugares,
en mi mente.

Que el sol no se tapa con un dedo,
ni tus besos con otros labios.

Que ya falta poco para no seguir echándome de menos
contigo,
aunque poco suene a eternidad
y eternidad seas tú.

jueves, 1 de octubre de 2015

141.

Le tengo miedo al tiempo,
a estar siempre a deshora.

Me trago los suspiros,
me limpio los besos que se me caen de la boca,
no me toco las heridas
y sonrío cuando sólo quiero llorar.

Bordeo precipicios
y sueño con saltarlos.

Me declaro guerras perdidas,
porque perdida ya estoy,
no quiero,
porque me cuesta quererme.

Y eso tú ya lo sabes.

martes, 1 de septiembre de 2015

Siento urgencia, no sé si es de ti.

Nos hicimos expertos en caminar cuerdas flojas,
bordeamos precipicios con los ojos cerrados,
aceleramos hasta confundir fantasía con realidad,
saltamos vacíos que burbujeaban,
nos quemamos con verdades y hasta llegamos a sonreír con una mentira.
Sonreír, palabra puta.

Nos inventamos días, 
le sumamos horas a esos días, 
daños también,
besos,
besos que aruñaban cada poro de la piel. 

No creíamos en un mañana si el hoy éramos nosotros,
nos rompimos, 
nos comimos cada cristal sin importar cuánta sangre había de por medio. 

Y cómo no amarte,
cómo no odiarte,
si aprendimos a hacernos heridas que brillaban, 
aprendimos a mordernos el corazón, 
que aunque doliera, 
no había nada más maravilloso que eso. 

Ya no sé qué es echarte de menos, 
pero a veces algo me urge, 
supongo eres tú. 

Nos hicimos, 
nos bordeamos, 
nos aceleramos, 
nos saltamos, 
nos quemamos, 
nos sonreímos,
nos inventamos,
nos aruñamos, 
nos rompimos, 
nos aprendimos, 
nos enamoramos, 
enamorarse, 
palabra puta. 

domingo, 19 de julio de 2015

Feliz cumpleaños, pequeño.

Soy un cristal roto para los buenos deseos,
pero hoy me he quitado la armadura,
te he envuelto el mundo en folios llenos de corazones
y he hecho un lazo con 21 tiritas.

Del otro lado del charco,
también te versan.

Que los poetas cumplen d(años),
pero las grietas también sonríen.

Y tu sonrisa vale por mil.

Cierra los ojos, pide un deseo.

¡Feliz cumpleaños!

domingo, 12 de julio de 2015

Dejar ir nunca había sido tan amargo.

“Llorar.
Detenerse.
Volver a llorar.
Doler.
Doler menos.
Volver a llorar.
Gritar.
Fuerte, muy fuerte.
No parar de llorar.
Silencio."

Supongo es una síntesis de cómo se siente arrancarse a alguien del corazón.

Hoy decidí pasar la página,
arrancar las ruinas de raíz,
las ruinas de mi corazón,
arrojarlas a la basura,
deshacerme de todos los recuerdos
y desconocerme,
desconocerme tanto que no pueda acordarme de ti.

Espero a partir de mañana empezar a creer en milagros,
creer en este deseo necesario de sacarte de mi vida de una vez por todas,
son demasiadas heridas ya,
demasiadas lágrimas carentes de sentido,
demasiada indiferencia a estos sentimientos cansados de sentir.

Hoy decidí pasar la página,
no acordarme siquiera de tu nombre, llorar hasta secarme,
abrazarme muy fuerte,
únicamente con la puta esperanza de que al amanecer no conserve de ti ni tus viejas y oxidadas huellas.

Hoy me desprendo del peso de mis ganas,
fuego frío,
retroceder el tiempo,
tenerte un segundo más,
de ti.

Te dejo ir.

Con gritos, lágrimas, con las uñas y el alma, dejo ir todo.

No ha sido más que el peor acto de amor,
una putada de historia,
lo inconcluso hecho piel.

Pero hoy borro los dos puntos suspensivos y dejo el final.

Vete a la mierda.
Y no vuelvas.

jueves, 21 de mayo de 2015

Tal vez nunca sepas que esto es para ti.

Te imagino como la pequeña gota de agua de un sediento en medio de un desierto.

Te imagino como ese atardecer que a veces deseamos que sea infinito.

Te imagino.

Te imagino como una tonta.

Te imagino como la montaña más alta que algunas veces parece inalcanzable.

Te imagino como arena entre dedos, tan real y a la vez tan efímera.

Te imagino, conmigo.

Te imagino creyendo que el mundo es completamente tuyo e invitándome a hacer un nido en él.

Te imagino con ganas.

En mi cama.

Te imagino amándome.

Te imagino risueño entre mi brazos.

Te imagino como el sitio más seguro.

Te imagino a ti, tan fugaz, que me toca cada vez que te imagino, despertar.